Se tienen ideas y se hacen propósitos y con el paso del tiempo se obtienen logros... o no.
Ponemos todo el esfuerzo en un proyecto, con objetivos precisos, un plan de trabajo, en lo que creemos y en lo que esperamos. Cuando vemos atrás hay un sendero por el cual transitamos y a veces hay que cambiar.
A veces hay que cambiar las formas, los métodos y hasta el camino, pero siempre en esencia somos los mismos.
Cuando comencé este espacio quise convertirlo en un lugar para la "crítica literaria". Palabras mayores, ardua tarea. Pero lo cierto es que quería decir algo y ser objetivo, apartar a un lado lo subjetivo y el ego que llevamos por dentro inevitablemente todos los que escribimos. Ahora sé que tal vez escapa de mis manos. Poner conceptos y definiciones no son mas que etiquetas para justificar muchas veces todas las acciones. Opinar no me hace un crítico, pero si tengo muchas cosas que quiero decir. Así que "cambiar" tiene sentido. Cambiaré el título a un nombre cualquiera que sea atractivo (por aquello de satisfacer el ego mientras mas personas me lean).
Muchas cosas pasaron en todo este tiempo y les cuento que durante el 2019 me propuse escribir un poema todos los días en el estado del famoso "whatsapp" y... no lo logré todos los días, pero casi todos si. Ese proyecto lo he cerrado el primero de enero con algo mas de 300 poemas que espero poder públicar este año. Lo cierto es que me habitué a escribir a diario y al terminarlo entendí la falta que me hace, y aunque aún puedo seguir escribiendo en el teléfono siento que todo tiene su momento. De manera que de allí vienen los cambios. mantener un "blog literario" requiere mas tiempo del que tenía pensado (y mucha más información), pero dejar caer las palabras que siento, que describen mis días y mis sentimientos no requiere de mucho esfuerzo y sobre todo, necesito hacerlo.
Podría escribir en papel y lápiz (de hecho lo hago), pero como ya dije antes, hay muchos tipos de ego y muchas cosas que quiero escribir necesitan ojos que quieran leerlas. Tal vez esta pequeña ventana lleve mis letras muy lejos, toque la puerta en donde yo quiero y entregue mis palabras a quien verdaderamente quiero llevarlas. Como alguien dijo en líneas trilladas, pero muy ciertas "los ojos son el reflejo del alma", me atrevo a decir que lo que escribo de alguna manera "son mis ojos que reflejan lo que llevo en el alma".
En fin debo pensar en un nombre por aquello del "marketing" y bueno, espero hallar uno bueno.