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martes, 24 de septiembre de 2013

Motivos para escribir

     Por algún motivo aunque tenía las ideas no me sentaba a escribir en el blog desde hace tiempo, pero creo que hoy descubrí por qué, simple y llanamente porque he estado leyendo poco y en lo poco que he leído ultimámente no había nada tan bueno o tan malo (según mi apreciación, lo cual no significa que sea asi) que ameritara ser mencionado,  de esto me percaté porque anoche comencé un libro y lo terminé esta mañana, (con algunas horas de sueño intermedio), al terminarlo estaba sorprendido, Los Ojos del Amarilis (The Eyes of Amaryllis) de Natalie Babbitt, de quien nunca había leído nada ni la había oído nombrar. Lo cierto es que logró transportarme a través de sus páginas a un espacio, un lugar, una bahía en la cual la realidad se mezcla con la esperanza y la creatividad, en otras palabras una de esas lecturas que se dejan colar, pero mas aun, una lectura que te deja imaginar y pone ante tus ojos lo que ella seguramente vió ante los suyos (ya sea en la realidad o en la ficción), y sin llegar a ser un típico relato que encaje dentro del realismo mágico, deja mezclar lo cotidiano con lo irreal (¿O no es irreal?). 
     Bueno, lo cierto es que lo recomiendo. De fácil lectura, ameno, con una narrativa sencilla y coherente, con buenas descripciones no excesivamente adornadas, pero mas que suficientes para ambientarnos plenamente. (Todo esto para aquellos que no les basta solo el decir que es una buena historia y necesitan algo de análisis). En conclusión, es una buena y hermosa historia. 
      Lo cierto es que como me quedé con el buen sabor de la lectura, tomé el ultimo libro  que compré (Nudos y Desenlaces, 2012. bid & co. editor) y leí uno de sus relatos. Y ahí si realmente tuve que venir a sentarme y escribir estas líneas, porque de verdad no es común leer dos cosas buenas seguidas en un mismo día. Nudos y Desenlaces es la tercera publicación de un grupo de escritores que se inicio con un taller literario y que hoy día forman La Peña Sinenomine. El cuento que leí se llama Labios de Angel, de Mirna Querecuto Gómez y no pude evitar decir en voz alta al terminarlo ¡Que bueno! Y aunque no suelo hacerlo, voy a desglosar parte por parte mi opinión. (No se preocupen que no voy a contarlo).
     Se inicia con un pensamiento casual, casi irrelevante pero que de entrada nos ambienta y nos hace referencia a un hecho que vivimos diariamente (universalidad), sólo en cinco líneas crea una empatía con el lector. Luego en un lenguaje franco y sencillo nos va llevando de la mano por la conciencia y el pensamiento del personaje hasta sus sentimientos (o los de la autora, ¿quien sabe?) y de pronto nos golpea con una serie de frases e imágenes poéticas acordes a todo lo que está pasando "...era un atentado contra el olvido. pero para él, un hombre enamorado de instantes, era el intento de morir en el intento." Frase que me gusto tanto como el mejor verso de un buen poeta. Después de todo esto, ademas, nos evoca reminiscencias musicales (una vez mas nos deja ver la vigencia del texto al utilizar fragmentos de canciones que probablemente perduren en el tiempo) "...por mundos sutiles, ingrávidos y gentiles...". Esta última frase del Poeta Antonio Machado Ruiz, 1875-1939 (Campos de Castilla, 1912) y plasmada por Joan Manuel Serrat en su LP "Cantares",1969 
     Definitivamente la autora juega con las palabras, las dobla y desdobla a su antojo para llenar la realidad de adjetivos pintados y frases lapidarias "...las manecillas del reloj le indicaban que las horas estaban vestidas con trajes de plomo..."
     Finalmente se cierra el circulo, nos lleva de nuevo a pisar tierra y a la salida por el mismo lugar por el que entramos "¡Gorda, cántame El Gorrión!"
     No quiero extenderme mas, mis felicitaciones a Mirna Querecuto y si quieren entender de que estoy hablando pues no les queda mas remedio que comprarlo. Les aseguro que este relato vale la pena.
     
     Por último, como siempre, les dejo en el blog de poesía dos poemas de alguien quien escribe con una sutileza de imágenes como sólo los orientales saben hacerlo. Chiti Matya (1961) "Una muchacha de Butuo" y "Fragmento escondido" del libro "Tiempo" (2008),