Vuelvo a escribir aquí después de unos cuantos meses (para ser exactos desde Enero), y la verdad es que podría explicar cualquier excusa, pero no, no tengo excusa. Lo cierto es que no quería escribir y la razón es que cuando inicie este blog, me propuse mantenerlo en el tema de la Literatura, de lo que podemos escribir o leer, así que la ética no me permitió escribir, debido a que en mi país estaban ocurriendo situaciones bastante graves (aun ocurren) como para no hablar de ellas o ignorarlas. En fin, no quise desvirtuar el propósito original así que me fui a hablar en otros lados.
Luego al pasar unos meses sin escribir se pierde el hábito y hace falta una motivación para retomarlo. Y de esas dos cosas si quiero hablarles hoy, del hábito de escribir y la motivación para hacerlo.
Pues en cuanto al hábito de escribir se ha dicho mucho, en ensayos, libros, conferencias, entrevistas, comentarios, paginas de Internet, blogs, "redes sociales" y pare de contar, así que allí no hay mucho que yo pueda agregar mas que este enlace desde donde podrían comenzar a ahondar en el tema: "por que escribir todos los días".
Ahora en cuanto a la motivación, esa es "harina de otro costal" como dice el refrán popular, aquí el mundo se vuelve inmenso, yo diría que ilimitado, tan ilimitado como puedan ser, la fantasía, los sueños y la vida misma. Se puede crear el hábito de escribir, pero no se puede escribir sin un motivo.
Ayer estaba jugando en red un jueguito de esos sencillos como para distraerme (wordox), y entre un comentario y otro me fijé que había compartido hace unas semanas, con la persona que estaba jugando, un poema muy conocido de Mario Benedetti (Táctica y estrategia). Así que al darnos cuenta me preguntó si sabía de algo que pudiera leerle a una amiga que estaba enferma. Le dije que iba a revisar y al preguntar que tenia, la respuesta fue "cáncer en estado terminal", no quería que su amiga sufriera mas y buscaba algo que la ayudara a despedirse. Le pase tres cosas, pero una de ellas fue este poema que escribí hace mucho tiempo por otros motivos:
Recuerdo en mi
Recuerdo
Que difícil es partir
cuando se quiere uno ir
y quedan lazos del alma.
Qué difícil es partir
cuando el afecto nos llama
con cálida voz esperanzada
Qué difícil es partir
cuando el camino está desierto
y no hay camino de regreso.
Qué difícil es partir
cuando la lejanía daña a quién amamos
y si nos quedamos también nos dañamos.
Y sin embargo...
...es
necesario partir.
Aunque se desgarre el alma
a pesar del afecto y la esperanza,
sobre las arenas sin tiempo,
más allá de la lejanía,
del dolor.
Sólo queda el silencio
y el recuerdo de unos ojos
brillando en mi recuerdo.
No se si fue el mas adecuado. A ella le pareció que era justo lo que necesitaba.
Y la verdad, aun no sé si se lo pudo leer, ya me enteraré.
Lo cierto es que quería contarlo, mas que contarlo necesitaba decir esto. Saber que tantos disparates y desvaríos que uno escribe tal vez puedan reconfortar y llegarle a alguien, aunque sea solo una vez, me hace sentir que todo vale la pena.
Y la verdad, no pude hallar mejor motivación que esta.